miércoles, 13 de junio de 2012

Vio apagarse una vida y consolidó su compromiso


Cada vez que Roberto dona sangre en Cruz Roja Ecuatoriana piensa que alguien va a salvarse.
Eran los años noventas y los pobladores de la ciudad de Quito celebraban su fundación. La sala de emergencias del Hospital Eugenio Espejo estaba llena de personas, principalmente de jóvenes. Roberto Castillo estaba esperando que sus amigos sean atendidos, en aquel momento vio que un joven de su misma edad, aproximadamente de 17 ó 18 años, ingresaba con un corte en su cuello, lo habían asaltado, y en el Hospital no se contaba con sangre para reponer la sangre perdida. En unos pocos minutos aquel joven había muerto.

El doctor que atendió al joven lloró desesperadamente la pérdida de su paciente. En ese momento, Roberto fue consciente de la necesidad de sangre y productos sanguíneos y se comprometió a donar sangre periódicamente. A sus 38 años, Roberto cuenta con 59 donaciones voluntarias repetitivas.

Cada vez que Roberto viene a donar sangre piensa que alguien va a salvarse, por esta razón lleva un estilo de vida saludable libre del consumo de alcohol y de tabaco. Roberto tiene cinco hijos y espera inculcar este gesto humanitario en ellos.

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